Bitácora de un viejo rockero podría titularse esta crónica. La parte de rockero por la elección, caprichosa y totalmente personal como expliqué en la jornada 1, de los shows a recorrer y presenciar, teniendo en cuenta que es imposible estar en todos los escenarios. La parte de viejo, todavía se siente en las piernas, que creo no llegaron desde Punilla aún.
Nuevamente entre Escenario Norte y Escenario Montaña se repartió la mayor parte de la jornada para No es una radio. Pero también en La Casita del Blues, y algo de Boomerang, en lugar de Paraguay que había visitado en el primer día. Nuevamente no llegué al Sur, tiempos, distancias y grilla tampoco lo permitieron.
Un dato muy interesante, para mi al menos, fue que el Norte lo abrió El Vuelto. La banda que creó el "Bocha" Sokol, y que hoy tiene como cantante a Ismael, su hijo. Y lo cerró Las Pelotas, la banda que tuvo al querido Bocha desde sus inicios. La noche anterior soñé un cruce, pero así como no lo hubo con Divididos el año anterior, ni este, tampoco lo hubo con El Vuelto. Pero fue un cruce que no se dió, entre un montón que sí se dieron. Una edición de colaboraciones, propia de estos tiempos donde hay mucho feat que lleva público de unos a otros constantemente.
Jóvenes Pordioseros, ya no tan jóvenes como uno, al igual que Guasones el día anterior marcaron la cancha desmintiendo a varios comunicadores que alegremente sueltan en "medios nacionales" (porteños unitarios, ni nacionales, ni federales) que son clásicos estancados en éxitos pasados. Siguen siendo presente y navegando en mareas humanas que superan ampliamente a los niños mimados de estos tiempos. Arrancaron con 100% Pordiosero y siguieron: Pánico, Lobo, Eterno, Nunca me enseñaste, Pegado, Todavía no puedo olvidarte, Cuando me muera, Descontrolado, Adicto.
Cruzando el Charco me llamó la atención hace tiempo, primero por el nombre: los que venimos de El Paisito siempre estamos cruzando el charco; después obviamente con su música que está en mis playlists. Soy, fue la de la apertura, una carta de presentación inconfundible y una postura de filosofía de vida: "Soy de los que piensa que si no hay pasión, no va...". Siguieron La última carta, Cambiando de color, Lo nuestro tiene magia, El trato, Volver a nacer, Para mucho más, Terminales. Si no la viste en vivo, agendalo, no te vas a arrepentir.
Caras Extrañas y rock barrial sin firuletes. Apelando a las fibras más íntimas iniciaron con el Himno. Luego fueron pasando Leyenda Urbana (la elegida de No es una radio en la selección CR23 que nos acompañó mientras crecía la manija); Así viví, Dame más, Sucio sheriff, Chica del suburbano, Mil canciones, Pruebalo, Hasta la victoria, Cruz de sal, Así es el Rock and Roll, Solo voy y se despidieron con Ya no.
Ciro cambió por un rato a Los Persas por los Villamarienses. La Orquesta Sinfónica de Villa María acompañó en el escenario Norte al cantante que algo (muy poquito) había adelantado en el Festival de Peñas ante la pregunta de Jey Jey Mercado pero nadie había confirmado esta participación; esos secretos tontos que se guardan como si fueran la clave del botón rojo nuclear, y que lejos de generar sorpresa no facilitan la organización ni el llegar a cubrir.
El show fue muy similar al de Villa María (pero con orquesta en una parte) y estuvo integrado por: Antes y después, Pacífico, Ruidos, Canción de cuna, Verano del 92, Tan solo, Hoy es hoy, Baron rojo, Como Alí, Luz, Y que más, Gris, Te diría, Insisto, Ruleta, Farolito, Balneario, Muevelo, Astros.
La Vela Puerca es otra de las bandas yoruguas que juega de local. Arrancaron Contra el viento, y siguieron subiendo por la Calle adicción, Casi Todo se daba en el tumulto incluso Buenas mascotas Jugando con fuego. La Teoría es que a El Paraíso se llega con La Pastilla, No sé, Todo el karma parece estar Haciéndose el distraído; mientras nos vamos Llenos de magia, uno volverá a un hotel otro Va a Escapar, o tratar de Zafar, mientras Vuelas Palos. El viejo, El profeta, seguirá recorriendo escenarios.
Muy buenos shows de JJ Thames, Muerdo, Monsieur Periné, Coral, Bandalos chinos y Airbag, entre otros de los que pude apreciar en el tránsito de un espacio al otro.
Las Pelotas cerraron para mi esta edición 22 del Cosquín Rock en Santa María de Punilla. Pensar que el año pasado los vi 2 veces en la carpa propia. Combate fue la apertura, y siguieron:
¿Qué podés dar?
Ya no estás
Dando vueltas
Víctimas del cielo
El ñandú
Siempre estarán
Personalmente
Saltando
Que estés sonriendo
Si supiera
Hasta el fondo del río
Germán Daffunchio quiso amagar con irse, pero él mismo estaba tan manija que se autopidió los bises.
Será
Bombachitas rosas
La mirada del amo
Esperando el milagro
El día después
Movete
Día feliz
Capitán América
El pogo más grande es el del Indio Solari, no le quitemos mérito, pero sin dudas éste es el festival más grande de Latinoamérica. Este año, según las cifras oficiales, más de 200 mil personas asistieron al Cosquín Rock. Una edición 22 que incorporó más movida de la joven, de la nueva, y mantuvo las históricas movidas; José Palazzo dijo que siempre sueña con tener un año a Los Rolling Stones, nosotros también, y con el Indio, La Renga, un reencuentro de los Sumo aun con vida, con Charly aunque sean 2 temas.
La propia producción arrojó los números de esta edición, muchos de los cuales se desprenden de las encuestas que realizaron en el predio:
• La realización del evento construyó 5600 empleos directos. A esta cifra deben anexarse los empleos indirectos dentro del festival, y los emprendedores e independientes, así como otros agentes indirectos, que impactan en servicios y comercios de la región. Una estimación general supera las 10.000 personas con actividad.
• Los 6 escenarios presentaron 109 propuestas, con más cantidad de artistas de otros países y un 32,2% de mujeres en escena.
• Cosquín Rock acentúa su perfil familiar y multigeneracional, con un 24,4 % de asistentes que llegó con sus padres o hijos.
• De los asistentes, el grupo mayoritario (del 37%) dijo ser universitario, junto a quienes dijeron estar cursando ese nivel (67%) . El 50% trabaja y el 20% sólo estudia. 27%, ambas cosas.
• Poco más de 50% asistió por primera vez a Cosquín Rock 2023 y casi 80% de los casos compró abono de dos días, lo que impacta fuerte en el turismo.
• Casi el 70% de los asistentes fue al festival por la experiencia en sí, más allá de la grilla y algún artista en particular.
• Turismo: La conformación del público arroja que el 60% llega desde afuera de Córdoba. El 30% llega desde Buenos Aires, Santa Fe araña el 15% mientras que la Capital de Córdoba aporta poco más del 20%. Unas 28 mil personas vacacionaron en esta fecha y zona para aprovechar el festival y, del total del impacto económico, cerca de 3.000 millones integran el sector turístico, unas de las industrias con mayor derrame social y menos costo medioambiental.
• Poco más del 70% pernoctó una o más noches para asistir. El 40% lo hizo por 3 noches y un 35% aprovechó para vacacionar y quedarse más tiempo. Casas y cabañas alojaron al 40%.
• El auto particular fue lo más elegido para llegar al festival con casi 70%, el ómnibus trajo casi al 30%, y en avión 4,4% (algo como 26 Boing 727)
• Gestión de residuos: 70m3 de reciclables por día (se estiman 80m3 pos festival), 300lt de orgánicos por día (900lt en total pos festival). Un porcentaje del 50% de los residuos fue recuperado. Se conformaron unas camas de material orgánico compostable destinadas a devolverle nutrientes a la tierra del predio.
• Festival escuela: A través del Instituto Cultura Contemporánea se realizaron 3 jornadas de capacitación (Fotografía, Gastronomía y Producción). Con cupo limitado de 105 alumnos y 12 Docentes. Además, 50 estudiantes del ICC en el programa de pasantías rentadas (producción, gastronomía y el Estudio de triple impacto).
• El área de salud reunió: 7 ambulancias full,3 hospitales de campaña,1 hospital móvil con quirófano, 13 puestos de Cruz Roja y 26 socorristas.
• El 96% de los asistentes manifestó no hacer sufrido robos, agresiones, acoso ni discriminación dentro del predio.
Mientras me alejo en un tsunami humano hacia la ruta, lo que pone Tiesto suena de fondo; el Bocha Sokol, la última vez que nos vimos, me contó que estaba fascinado con la electrónica, "te llega, como el tango" dijo. A mi no me llega. Sigo cantando los clásicos, junto a muchos otros fueguitos que atravesamos el predio, el puente, las callejas, sabiendo que no tendremos esto hasta el año que viene. Personalmente creo que todo esto es una locura...
