Cosas Raras

8 de marzo: Mujeres - #DíaInternacionalDeLaMujer

En estos tiempos modernos en que la liberación femenina parece moneda corriente, en estos mismos tiempos suceden cosas de la edad de piedra.
Dice Eduardo, acertado como siempre, que la iglesia católica les prohibe la palabra, los fundamentalistas musulmanes le mutilan el sexo y les tapan la cara, y los judíos muy ortodoxos comienzan el día dando gracias por no ser mujer.
Los libros de historia están llenos de hombres valientes y… en alguna página perdida una mujer.
Dicen los que se creen sabios que detrás de todo hombre hay una gran mujer, y Eduardo una vez más acertivo (Galeano, claro), subraya que entonces ocupan el espacio de un respaldo de sillón.
Como cargan con lo que se llamó siempre el estigma de Eva, no pueden ser Papa o Papisa, aunque una vez una mujer fue más viva que los hombres de morado y ocupó el trono. Se llamaba Juana, y allá por el año 1855 usó el nombre de Benedicto III.
En la mayoría de las religiones se les prohíbe ejercer cargos altos porque el mando está en manos de los hombres.
Hay en la actualidad, pleno siglo XXI… 30 países donde se les corta el clítoris porque no tienen derecho al placer. Eso, es cosa de hombres.
Cuando tuvieron ideas revolucionarias, cuando vislumbraron un futuro diferente, se las quemó en hogueras. ¡BRUJAS! Igual destino tuvo Juana de Arco, una mujer con más cojones que cualquier hombre.
El 8 de marzo de 1857 las mujeres realizaron una marcha contra las condiciones inhumanas de trabajo. El mismo día, pero 52 años después, 15.000 mujeres salieron a la calle bajo la consigna: Pan y rosas.
En 1911, en Boston, murieron 140 trabajadoras en un incendio intencional en una fábrica. Fueron 140 almas que despertaron el alerta mundial y se declaró el Día Internacional de la Mujer.
En el último año, acá en casa, en Argentina, murieron 295 mujeres por violencia de género. Muchas de ellas quemadas, sin hogueras, pero como en la edad media.
El ninguneo histórico fue tan grande que en el libro más publicado y leído del mundo dice que la mujer nació de la costilla de un hombre.
Obra: Plastic Conquest, autor: Marcelo J. Silvera
Las mujeres, las de hoy, las nuestras, son múltiples. Pueden ser madre, ama de casa, esposa, empleada, empresaria, maestra, modelo, amiga, presidenta y suegra, todo al mismo tiempo.
Tienen la habilidad de hacer varias cosas en sincronía y eso implica entender importantísimas charlas como: ¡Mirá esa jugada! Decime, ¿no fue penal? ¿No fue penal?
Seguido de un: qué saben las mujeres de deportes….
Lamento decirle amigo que las mujeres han ganado más campeonatos en distintos deportes que los hombres en los últimos tiempos.
Las mujeres son capaces de hacernos sentir los hombres más afortunados con una simple sonrisa… o los más miserables con un “te quiero como amigo”.
La mujer tiene el don de soportar el mayor de los dolores mundanos, el del parto, y hacerlo con una carcajada de felicidad, dando vida en el mismo acto, sin costillas, ni barro.
En estos tiempos modernos seguimos tratando a la mujer como un objeto; y bastante de culpa hay en ellas. No se explica sino como es que se prestan a cosas como las que hacen Karina Olga o Belén, o tantas otras… o que sigan concursando en los Miss loquesea, mostrando el trasero ante cada cámara que se cruza…. Salvo que sea una estrategia de dominación mundial cuyo objetivo es estupidizar a todo hombre… en ese caso, lamento decirles amigas, que ya son más los hombres que quieren ser mujer que aquellos sobre los que tendría efecto la estrategia.
Nada en este mundo podría funcionar sin la mujer. Son la musa de todo poeta, la esencia de cada canción, las destinatarias de las odas, y griales de cada cruzada.
Como dice nuestro compañero Alejandro Dolina, todo lo que el hombre hace, lo hace por una mujer…. Incluso, este texto.

Marcelo J. Silvera
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